Museo Contisuyo
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EL SITIO ARQUEOLÓGICO CERRO SAN BERNABÉ
ANTECEDENTES ETNOHISTORICOS GENERALES DE LA CUENCA DEL OSMORE
Los estudios realizados por investigadores, etnógrafos e historiadores brindan valiosa información sobre que en el valle del Osmore o Moquegua habitaron diversos grupos étnicos altiplánicos como los Tiwanaku, Lupacas, Collas y Pacajes que se asentaron en la zona de Moquegua, Torata, Sama, LLuta y Tarata, así como también poblaciones locales como Chiribaya en Ilo y los Estuquiñas para el valle del Osmore.
Las zonas de costa ofrecían diferentes recursos en agricultura y pesca y los valles intermedios como el Osmore con abundancia de tierra fértil propiciaron una abundancia de recursos que permitieron la interacción de estos grupos con fines sociales y comerciales básicamente.
Con la victoria Inca, el pueblo del valle fue aparentemente ubicado en lugares accesibles. La comunidad denominada como “Cochuna” estuvo localizada cerca de la base del Cerro Baúl y la otra, llamada “Moquegua” estuvo situada en el “Río Moquingoa” a unas cinco leguas de distancia del Cerro Baúl. La realidad histórica de esta información debe ser admitida con precaución, pero la ubicación de Moquegua en relación a Cerro Baúl es correcta.
Si bien los Incas consiguieron absorber y reestructurar a la población local, la que pudo haber estado compuesta por los nativos de las tierras bajas y los colonos del altiplano, el historiador Kuon Cabello nota que los Incas aumentaron el carácter multiétnico de la región con la importación de colonos mitimaes de Chucuito, Acora, e Ilave, con la intención de pacificar el área (1981). La forma del control Inca sobre estos asentamientos y sus actividades no es clara, pero la política Inca está sugerida en parte por políticas administrativas para poder continuar la producción de alimentos para las diferentes jurisdicciones, a cambio de otras obligaciones tributarias (Gutiérrez Flores 1970:45, en Julien s.f.:19); y que la distribución del agua para la irrigación del valle de Moquegua continuará al modo establecido por el Inca (Diez de San Miguel 1964:247, en Julien s.f.:33). Entonces se especula que las vinculaciones étnicas y económicas dadas entre las jurisdicciones del altiplano y el valle de Moquegua, durante el período Inca, y las estructuras de sus relaciones económicas, se continuaron en el período Colonial (Pease 1982).
La fundación de Moquegua aún es un tema de investigación, pero se tiene documentación en la que el Virrey Francisco de Borja, príncipe de Esquilache funda la villa de Moquegua el 6 de junio de 1618 con el nombre de San Francisco de Esquilache, hoy conocido como Ato la Villa. Años más tarde se funda la población al otro lado del río con el nombre de la Villa de Santa Catalina de Guadalcázar el 10 de mayo de 1825.
ANTECEDENTES ARQUEOLÓGICOS
Los primeros datos de estudios realizados en el extremo sur del Perú, fueron realizados por el arqueólogo Max Ulhe en la costa y el altiplano quien define ciertos grupos o culturas posteriores a Tiwanaku.
Numerosos investigadores a lo largo de estos años han aportado significativamente al proceso del desarrollo cultural de la región sur y en especial a la región Moquegua.
Desde las primeras excavaciones en Ilo por Humberto Ghersi (1956) investigaciones en la década de los 70 y con la posterior creación del Programa Contisuyo en los años 80 se inician una serie de estudios y posteriores publicaciones que muestran el gran proceso cultural de esta región desde los 12,000 años de antigüedad en el sitio Tacahuay otros sitios importantes como el Sitio Anillo, Carrizal, Kilometro 4, Asana (zonas altas) entre otros durante la época pre cerámica. Con el inicio de la sedentarización el desarrollo de agricultura y ganadería y tecnificación la población del valle de Moquegua adquiere importancia con grupos y culturas significativas que se asentaron en el valle como: Huaracane (Periodo Formativo 1,800 años. a.C.). Tiwanaku, con sitios estudiados como Chen Chen, Omo y Río Muerto. La cultura Wari con los vestigios investigados en el Cerro Baúl y el Cerro Mejia (Horizonte Medio 500 al 600 d.C). La cultura Chiribaya en la provincia de Ilo y la cultura Estuquiña en el Valle de Moquegua (Intermedio Tardío 900 al 1470 d.C.), el periodo Inca con sitios como Sabaya y Camata Tambo (Horizonte Tardío 1470 al 1532 d.C.) hasta la época Colonial.
CARACTERÍSTICAS DEL SITIO ARQUEOLÓGICO CERRO SAN BERNABÉ
El Cerro San Bernabé está conformado por una pequeña colina ubicada en la margen izquierda del río Moquegua y cuya formación original debió estar muy próxima al río. Este cerro se ha visto progresivamente mutilado y cortado, debido al crecimiento urbano; situación que ha puesto al descubierto restos de presencia cultural desde épocas prehispánicas, como muros que denotaban una ocupación doméstica y sectores de cementerio asociados, lo que originaron un primer trabajo arqueológico allá por el año 1975.
En la actualidad ha quedado sólo la parte central y la más alta del cerro y los cortes originados permiten ver la estratigrafía del sitio, cuya formación en la base está compuesta por suelo arcilloso color marrón rojizo, conocido en el sector como “moro moro”, típico de la Formación Moquegua. Posteriormente presenta una gruesa capa formada por arena y abundantes cantos rodados de tamaño pequeño a grande, un tercer estrato esta compuesto por una capa de tierra árida ligeramente suelta y a la misma altura pero en el sector oeste el terreno es arenoso, sobre esta capa de tierra se edificaron las estructuras domésticas y a su vez conformaron la matriz de las tumbas ; esta capa se extiende por el norte, este y sur en el sector arenoso, en este sedimento se han registrado contextos funerarios en fosas ya que el material es muy suelto. La parte superior del cerro está compuesta por tierra suelta mezclada con desechos modernos.
SECTOR DE CEMENTERIO Y DOMÉSTICO
La información existente sobre trabajos arqueológicos en Cerro San Bernabé data de 1975, año en que los estudiantes del Instituto de Estudios Precolombinos de la UCSM de Arequipa, realizaron labores de rescate; habiéndose recuperado durante esta intervención de campo una gran cantidad de material cerámico a los cuales se les identifico culturalmente con Tiwanaku V ahora conocido como Estilo Chen Chen.
El sector de ubicación de los contextos funerarios, fue en el lado Sur Este, que da hacia la calle Lima, por comunicación verbal se tiene referencias de la existencia de material que proviene del lado Sur y Sur Oeste los que, por la descripción de los mismos, tendrían filiación Tiwanaku e Inca.
Los trabajos realizados por la Municipalidad en diciembre de 1994 a través de un proyecto de rescate arqueológico dirigido por el Dr. Rómulo Pari Flores, permitieron descubrir otros sectores de cementerio, uno hacia el lado Este y el sector más grande hacia el Norte y Noroeste en el extremo que da hacia la Av. Balta.
Una característica del sitio son que la zona de los cementerios intruyen áreas domésticas. De los hallazgos intactos y semi disturbados y disturbados se pudo determinar que los tipos de tumba consistieron en estructuras tipo cista de forma rectangular, circular y semicircular, elaboradas con piedras de cantos rodados, piedras irregulares, piedras canteadas, unidas o no con argamasa de barro; como tapa se utilizó piedras planas tipo laja y piedras de canto rodado grandes y alargados con relleno de cantos rodados pequeños a manera de cuñas. También se registran entierros en fosas simples cavadas directamente sobre la tierra.
Se registra también la superposición de contextos de distinta filiación en un mismo espacio, tal es el caso de la tumba N° 1 de filiación Estuquiña sobre la tumba N° 2 de filiación Chiribaya Tardío (Estilo San Jerónimo).
Los individuos eran colocados en posición sentado flexionado con orientación en su mayoría hacia el Este. Las edades varían desde neonatos a infantes de 1 mes de nacido a 2 años, niños de 3 años a 11 años, adolescentes de 12 a 17 años jóvenes de 18 a 25 años y adultos de 26 años a más.
Los contextos hallados en los entierros consisten en cerámica, textiles, objetos de madera como keros, cajitas con divisiones, cestas etc. Todos estos elementos están filiados a diferentes culturas como Chiribaya, Estuquiña, San Miguel e Inca.
Como los trabajos de remoción de tierra iniciados por la Municipalidad destruyeron gran parte del sector de cementerio, se estima que éste ocupo un área total de unos 1000 m2.
El sector doméstico ubicado en el sector norte del cerro está compuesto por una serie de terrazas domésticas cuyas estructuras están elaboradas en su mayoría con cantos rodados de diferentes tamaños unidos con argamasa de barro. También adosadas a estas paredes se han registrado estructuras más pequeñas de forma cuadrangular las que servían para almacenar alimentos y en algunos casos sirvieron también para la crianza de cuyes. En algunos casos se pudo registrar parte de los postes de sauce que sostenían la techumbre.
El Sitio arqueológico de Cerro San Bernabé, por las investigaciones realizadas debió constituir un lugar de convergencia e intercambio comercial con una larga tradición cultural formada por la presencia y diversidad de manifestaciones culturales, que van desde el Horizonte Medio hasta el Horizonte Tardío e incluso hasta los primeros años de la época Republicana.
El carácter comercial de la zona está sostenido por formar un sector medio entre la costa y la sierra, lo que se ve evidencia al encontrar entre los elementos del contexto asociado cerámica y artefactos cuya procedencia corresponden a grupos de la costa peruana como Chiribaya y de la hoy costa norte de Chile como San Miguel, Gentilar y Pocoma, así como elementos del grupo local Estuquiña. Se evidencia también fragmentos de cerámica de estilo Chucuito proveniente del altiplano, lo que refuerza el intercambio comercial y social se dio con mayor intensidad durante el período Intermedio Tardío o de Desarrollos Regionales.
Esta información importante proveniente de las investigaciones permite observar la ocupación casi total del cerro, faltando encontrar evidencias en la parte central del mismo, que por su conformación actual y la dura remoción de tierra sufrida para la edificación de la Ermita en honor a San Bernabé y posteriormente la construcción de una plataforma con una placa en conmemoración de los patriotas caídos en la Batalla realizada en su cima, es posible que quede descartada cualquier evidencia arqueológica.
REFERENCIAS
GONZALES PEÑARANDA Luis Enrique Vivian
2002 “Estudio de los Contextos Funerarios del Sitio Arqueológico de Cerro San Bernabé, Moquegua.”
Tesis para optar el título profesional de Licenciado en Arqueología
Universidad Católica de Santa María Arequipa
PARI FLORES Romulo Elias
1995 “Informe Final del Proyecto de Rescate Arqueológico de Cerro San
Bernabé”
PAYALICH M. Mariela, SALAS H. Ana Teresa
2000 Análisis e Interpretación de la Cerámica del Sitio Prehispánico de Cerro San Bernabé.
Tesis para optar el título profesional de Licenciado en Arqueología
Universidad Católica de Santa María Arequipa
TRABAJOS ARQUEOLOGICOS EN MOQUEGUA, PERÚ
1990 Volumen 1. Programa Contisuyo del Museo de Ciencias de la Salud. Southern Perú Copper Corporation