Museo Contisuyo
Museológica, exhibición, investigación y difusión cultural
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Jr. Tacna 294 • Cercado • Moquegua • Moquegua
Cada 18 de mayo se celebra el día internacional de los Museos, este año el Consejo Internacional de Museos (ICOM) presentó el lema “El futuro de los museos: recuperar y reimaginar”. Dada la situación de Pandemia con el Covid – 19, que ha venido afectando el mundo entero, ha traído como consecuencia crisis de índole económica, social y cultural, razón por la cual las sociedades estamos reinventándonos en muchos aspectos.
Por consiguiente los Museos cuyo principal objetivo es llegar a los ciudadanos, están tratando de recuperar el contacto con la comunidad a través de medios que nos permitan fomentar y desarrollar diferentes aspectos culturales necesarios en nuestro crecimiento como individuos que valoran y respetan un mundo multicultural, por consiguiente los museos tienen un gran valor, pues de muchas maneras dan a conocer los diferentes matices culturales de las sociedades de todo el mundo, que puede estar al alcance de todos a través de las redes digitales, sin dejar de mencionar que el reimaginar está abierto a crear diferentes medios y formas para llegar a cada ciudadano.
Hoy el Museo Contisuyo se hace presente a través de una exhibición fotográfica y virtual con el tema: “Investigaciones arqueológicas del sitio Cerro Baúl y su difusión a través del Museo Contisuyo”
El sitio Cerro Baúl, tiene referentes desde la época de la colonia, pero el desarrollo de investigaciones arqueológicas se remontan a los primeros años de la década de los ochenta, cuando el Dr. Michael Moseley, junto a Robert Feldman e Irene Pritzker publicaron en enero de 1982 en el Field Museum of Natural History Bulletin (Vol 53, 3-11) bajo el título de “New Light on Peru’s Past”, (Nueva luz sobre el pasado del Perú) una descripción de sitios arqueológicos en Moquegua, dando a conocer una amplia referencia del sitio Cerro Baúl, como una gran fortaleza natural con estructuras arquitectónicas en la cima, así como la posibilidad, que en una época posterior a esta ocupación, en la expansión del Tahuantinsuyo, se tratara de la fortificación de la cual hablaba Garcilazo de la Vega cuando se refirió a la conquista de Mayta Capac en esta región.
En un primer momento afiliaron la evidencia de cerámica a una ocupación Tiwanaku, posteriormente se dieron cuenta que realmente se trataba de un enclave Wari, tal como también lo afirmó Luis Guillermo Lumbreras, E. Mujica y R. Vera, en mayo de 1982 en la publicación de la Gaceta Arqueológica Andina Volumen I Numero 2, en el artículo 4 “Cerro Baúl, Un Enclave Wari en un Territorio Tiwanaku”, donde al analizar la fragmentería de cerámica, que se encontraba en la superficie del sitio, casi la totalidad de la muestra estaba asociada a cerámica Wari de los estilos Okros, Qosqopa , Viñaque y Chakipampa.
Poco Después, el Programa Contisuyo, bajo la dirección de L. Watanabe, Feldman y Moseley realizaron un primer trabajo con la elaboración de un plano general, estableciendo las primeras sectorizaciones del lugar y describiendo su arquitectura, así como algunos hallazgos y los primeros fechados que lo ubicaban en la época del Horizonte Medio (500 a 110 d.C).
En 1989, Robert Feldman realiza las primeras excavaciones sistemáticas en Cerro Baúl, en los sectores hacia el lado Este del sitio, en el área denominada como Unidad 1, sus hallazgos incluyeron estructuras ceremoniales con consumo de chicha, concluyendo que al momento de su abandono se rompieron muchas vasijas Wari y posteriormente fueron quemadas, los fechados en este sector se dieron entre los años 780 – 1030 d.C. y 550-690 d.C., mientras que sus trabajos en la Unidad 2 hacia el lado norte del sitio, evidenció ocupación doméstica, con el hallazgo de fogones, restos botánicos y óseos.
El Proyecto Arqueológico Cerro Baúl inicia sus investigaciones en el año 1997 a cargo del Dr. Patrick Ryan Williams y con el apoyo de diferentes investigadores peruanos y extranjeros.
Durante aproximadamente 20 años el Dr. Williams estudió este importante asentamiento Wari, se intervinieron varios sectores, logrando definir espacios de diferente uso y función como: espacios para cultos religiosos, espacios de administración, producción y áreas de vivienda.
En el sector Este del cerro se identificó un complejo ceremonial aislado con orientación hacia el volcán Picchu Picchu de Arequipa. Sobre la plataforma de este se registraron ofrendas quemadas in situ, lo que indicó que fue un espacio para actos rituales.
El culto religioso también se manifiesta por la identificación de templos. El Templo de Arundane, ubicado en la parte más alta del cerro, presenta forma cuadrangular y está alineado directamente al nevado del mismo nombre, en este, se encontró cerámica Tiwanaku. También se registraron dos templos en forma de letra “D”, rasgo principal de los templos ubicados en el sitio Wari de Ayacucho. Estos dos templos se ubican al este y oeste del cerro. El templo del Oeste presenta 12m de diámetro y en uno de sus muros se ubican cuatro nichos. Adyacentes a estos templos es registran estructuras. La estructura asociada al templo del oeste presenta un salón mortuorio por la presencia de un contexto de entierro donde se encontró un niño de 10 a 12 años.
El sector administrativo Wari denominado como Hatun Canchas se ubica en la parte central del complejo, conformado por seis grandes plazas, las que estuvieron rodeadas con edificios de dos a tres pisos, los cuales no tuvieron función de vivienda, posiblemente fueron depósitos para los tributos.
Un centro de producción reconocido y excavado fue denominado “la Chichería”, ubicada cerca del templo en forma de D. La Chichería es una estructura donde se registra huellas de fogones y pisos con piedras verticales para sostener urnas en donde se elaboraba la chicha, como también alimentos que eran ofrecidos a la élite.
Como área de hábitat se registra el sector residencial representado por el denominado Palacio, que constituye un conjunto arquitectónico de 40 x 60m, compuesto por 10 plazas interiores y cuartos que lo rodean. Algunas de estas plazas sirvieron como salones de recepción donde los señores Wari ofrecieron festines. Los cuartos alrededor eran destinados para vivienda de nobles de menor rango y artesanos especializados en elaborar bienes lujosos para el estado Wari.
Los aportes han sido muy significativos, concretamente los Wari tomaron control del Cerro Baúl. En aproximadamente 250 años de ocupación lograron desarrollar una sociedad coherente y con alto índice de desarrollo plasmado en sus manifestaciones culturales que continuó hasta ser abandonada durante los años 1000 a 1100 DC.
Luego, si bien es cierto los pueblos posteriores no vivieron allí continuaron ofrendando y venerando a Cerro Baúl. En la actualidad es considerado como el cerro sagrado o Apu, por ello se continua con la tradición andina del pago a la tierra.
En los últimos años, a partir del 2018 y actualmente, se viene realizando el “Proyecto de Investigación arqueológica con fines de conservación y puesta en valor en el sitio arqueológico Cerro Baúl” a través de la Municipalidad Distrital de Torata con la autorización y convenio interinstitucional con el Ministerio de Cultura, El proyecto tuvo y aun tiene la colaboración del Dr. Williams a través del Museo Field de Chicago, así como la colaboración del Museo Contisuyo con todos los datos solicitados y el apoyo del Museógrafo Rodolfo Vera. Entre los años 2018 y parte del 2019 el proyecto estuvo bajo la dirección del Lic. Luis Gonzales Peñaranda; en esta temporada se realizaron las excavaciones y puesta en valor del camino de acceso y muralla, así como las excavaciones y conservación de gran parte del Sector E donde se encuentra la plataforma denominada Pichu Pichu con orientación al nevado del mismo nombre (comunicación personal Luis Gonzales P.)
Parte del año 2019 hasta el presente año 2021, el proyecto se encuentra a cargo del Lic. Jesús Tineo Torre, este año se finalizó la puesta en valor en el Sector E, y se vienen realizando la intervención en los sectores C y D, es importante señalar que en el sector C, se encontró un área de producción con el hallazgo de moliendas (batanes), dicha área se encontró calcinada al parecer antes de ser abandonada (comunicación personal, Jesús Tineo). Con respecto al Sector D se viene desarrollando la conservación y puesta en valor del templo Arundane de filiación Tiwanaku, sector donde se encontró fragmentería de cerámica Tiwanaku cuyas investigaciones en las temporadas que trabajó el Dr. Ryan Williams indicaron que se trataba de un área donde los Wari permitieron realizar a los Tiwanaku sus actividades rituales, información corroborada por el presente proyecto.
REFERENCIAS
Lumbreras L. G., Mujica E, Vera R.
1982 mayo “Cerro Baúl, Un Enclave Wari en un Territorio Tiwanaku”
Gaceta Arqueológica Andina Volumen I Numero 2, en el artículo 4
Moseley M, Feldman R, Pritzker I.
1982 enero “New Light on Peru’s Past”
Field Museum of Natural History Bulletin (Vol 53, pp. 3-11)
Museo Contisuyo
1997 Contisuyo. Memorias de las Culturas del Sur
Publicación del Museo Contisuyo
Museo Contisuyo, Williams Patrick Ryan
2013 Libro Cerro Baúl.
Publicación del Museo Contisuyo
Watanabe Luis.
1990 Cerro Baúl: Un Santuario de Filiación Wari en Moquegua, pp. 7-30
TRABAJOS ARQUEOLOGICOS EN MOQUEGUA, PERÚ
Volumen 2. Programa Contisuyo del Museo de Ciencias de la Salud. Southern Perú Copper Corporation
Williams P. R, Isla Cuadrado J.
1997 Proyecto Arqueológico CERRO BAUL Informe Final
Presentado al Ministerio de Cultura – Perú.
AGRADECIEMIENTOS